Pescadores
ribereños sustentan la creencia de que en el Orinoco hay Sirenas. En la
desembocadura del río Caris en el Orinoco, cerca de Soledad, existe una de esas
sirenas conocida como la Carona
y en el Alto Orinoco son las toninas que se transforman en Sirenas para seducir
a los navegantes
.
A los pescadores que les caen en gracia, La Carona los obsequia con una
buena pesca y los que no, los espanta con borbollones y batiéndoles la curiara.
Un pescador de apellido Tortoledo murió del susto que le dio La Carona cuando lanzó su
canoa desde el Orinoco hasta la garganta del Caris.
Vicente Reyes, quien vive en La Encaramada , contó haber
mejorado su suerte con la
Carona al descubrir que a esta nereida del Orinoco le gustaba
el Anís, licor muy dulce. De manera que cada vez que iba de pesca le rociaba su
traguito. Entonces la pesca de lau-lau y morocoto se le daba de maravilla.
En el Alto Orinoco creen que en las profundidades de
ríos y lagunas de la región del Amazonas existen ciudades encantadas que los
autóctonos distinguen con el nombre de Temendagui, perteneciente al reino de
Máwari y que cuando un pescador llega a los lugares de pesca y no puede apartar
de su mente a la mujer amada, lo más probable es que una tonina se transfigure
en ella, lo seduzca y lo lleve hasta la ciudad encantada.
José de la Cruz Tillero , un marino de
Pampatar abordo de una goleta que en sus viajes de cabotaje solía hacer escala
en Ciudad Bolívar, contaba haber visto una Sirena del Orinoco sentada sobre una
de las rocas ribereñas, peinándose su larga cabellera mientras trataba de ver
su imagen reflejada en el remanso que se hacia alredor de la piedra.
El patrón del barco, enterado, le
aconsejó que si la volvía a ver no se le acercara porque lo iba a seducir con
su encanto y su canto para arrastrarlo hasta el fondo del río y devorarlo o
transformarlo en su amante bajo el agua., pero que si lograba resistirla le
otorgaría poderes sobrenaturales.
Estas Sirenas del Orinoco son parecidas
a las existentes en el mundo de la mitología y el
folclore, criatura con cabeza y torso de mujer y cola de pez, aunque en la
mitología clásica tenía cuerpo de ave, y así aparece en numerosos vasos
griegos.
Existen paralelismos
entre las historias que se cuentan de ellas y las que aparecen en la mitología griega.
Es un personaje muy ligado a la literatura clásica. En la Odisea de
Homero, Circe, una hechicera dueña de la isla donde hacen escala las barcas de
Ulises cuando va de regreso después de la Batalla de Troya al encuentro de su esposa
Penélope, lo previene del dulce y sugestivo canto de las sirenas y le da
consejos para sustraerse de sus tentadores atractivos. Los tripulantes se tapan los oídos con cera y
Ulises se hace amarrar en el mástil del barco para oír las canciones sin
peligro, de esta manera las Sirenas quedan petrificadas.
En otra leyenda, los Argonautas escaparon
de las sirenas porque Orfeo, que estaba a bordo de la nave Argo, cantó tan
dulcemente que consiguió anular el efecto de la canción de las ninfas. Según
leyendas posteriores, las sirenas, avergonzadas por la huida de Odiseo o por la
victoria de Orfeo, se arrojaron al mar y perecieron.
Platón, en La República ,
sitúa a ocho sirenas en las esferas que separan el mundo de los espacios
celestes; Ovidio en las Metamorfosis, hace que estos seres acompañen a Perséfone en sus viajes al Hades.
El tritón, como contrapartida masculina,
es una criatura semejante a la sirena que aparece en las mitologías babilónica,
semítica y pre-griega. La misma idea se reproduce en la sirena japonesa Ningyo
y en Vatea, el dios creador polinesio.
En los últimos años han aparecido
esqueletos en la orilla de mares y lagos atribuidos a sirenas. En la ciudad del
Carmen, Capeche, México, apareció uno de esos esqueletos que las autoridades
locales en principio tomaron con mucha reserva para dejar constancia de que no
se trataba de un truco o una mala especulación.
Luego informaron que el esqueleto correspondía a un Sirenio que son mamíferos marinos que tienen el cuerpo pisciforme y
terminado en una aleta caudal horizontal, con extremidades torácicas en forma
de aletas y sin extremidades abdominales, las aberturas nasales en el extremo
del hocico y mamas pectorales como el Manatí.
En mayo de 2007 fue dada a conocer la
fotografía de un cadáver que parecía ser el de una sirena. Fue encontrado por pescadores en los
manglares de la zona de Los Olivitos al Norte del Estado Zulia, Lago de
Maracaibo. Fue trasladado bajo estrictas
medidas de seguridad y hermetismo por las autoridades locales sin que se diera
a conocer el lugar. El esqueleto medía
1,70 metros de largo.
La leyenda de las sirenas se inició
probablemente en los relatos de los marineros que tomaron como tales a
mamíferos marinos, como manatíes, vacas marinas y focas. En la civilización
occidental, se continuaron registrando avistamientos hasta el siglo XVIII,
cuando el racionalismo empezó a echar abajo la superstición y la fantasía.
Lo mejor en el 2019 estimado autor. Sus blogs son pasionantes y me dedico actualmente a traducir unas partes en francés, pues quiero montar un espectaculo que se llamaria Orinoco basado en sus escritos asi como otras fuentes. Podemos entrat en comunicacion ? Mi Correo es santo.paradizoo@gmail.com atentamente, elegua
ResponderEliminardjdjdjdjdjdjdjdj
ResponderEliminarrrrrrrrrrrrgggggggggggggguuuuuuuuuuuuj9'
Noooooooooooo meeeeeeeeeeeeee siiiiiiiiiirveeeeeee
ResponderEliminarGracias😘
Si son pendejos
ResponderEliminarel pendejo eres tu unknown
ResponderEliminar